TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD
A lo largo de este texto intentaremos dar respuesta a todas esas preguntas que nos llegan con gran frecuencia a nuestro centro sobre el TDAH.
Este trastorno es uno de los más diagnosticados en la infancia. El trastorno de atención e hiperactividad consiste en problemas de déficit de atención, hiperactividad e impulsividad y se empieza a observar antes de los 7 años.
Los síntomas del trastorno son:
- A menudo no presta atención suficiente a los detalles o comete errores por descuido en las tareas escolares y en otras actividades.
- Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
- Parece que no escucha cuando se le habla directamente.
- Con frecuencia no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares.
- Tiene dificultades para organizarse.
- Rechaza o evita tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido.
- Se le suelen perder objetos necesarios para la realización de tareas (goma, lápiz, etc.).
- Se distrae con facilidad con cosas poco importantes.
- Es descuidado en las actividades diarias.
- Mueve en exceso manos y pies o se remueve en el asiento.
- Abandona su asiento en clase o en otras situaciones donde se espera que permanezca sentado.
- Corre o salta excesivamente en situaciones es las que no es adecuado hacerlo.
- Siempre está “en marcha”.
- Habla en exceso.
- Se precipita a dar una respuesta antes de que se le haya terminado de formular la pregunta.
- Tiene dificultades para respetar turnos y a menudo interrumpe o se entromete en los juegos de otros.
También hay que recordar que los síntomas anteriormente citados deben haberse iniciado antes de los 7 años. Algunos padres nos comentan “él siempre fue así pero ahora se le está notando más”. Por otro lado, queremos recordar que los síntomas deben darse en más de un ambiente, es decir, en casa, en el colegio, etc. Y por último, si hablamos de TDAH estos síntomas deben estar causándole problemas de adaptación al niño.
Con lo explicado, si tiene un niño/a con estos problemas no espere y acuda a un psicólogo. El niño/a con TDAH necesita una exploración psicoeducativa que incluya la aplicación de pruebas psicológicas, tanto para su diagnóstico como para el tratamiento.
En el Centro de Psicología Optimiza somos conscientes de la importancia que tiene la elección de qué pruebas son más convenientes para cada caso, el momento de aplicación y la interpretación de las mismas. Dicho estudio debe ser lo suficientemente amplio en cantidad de pruebas y en dedicación de tiempo como para tener en cuenta distintas variables en la interpretación de resultados
Preguntas más frecuentes que nos hacen los padres en el centro:
· ¿Es lo mismo un TDAH que un trastorno de conducta?”.
Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad tienen problemas con su conducta, ya que ésta es impulsiva e inmadura, también por sus despistes y por su necesidad de estar en constante movimiento. Es un niño difícil de educar pero no tiene por qué tener un trastorno severo de conducta. Vamos a poner un ejemplo:
Cuando el profesor enfadado dice: “¡y el próximo que hable…!”, el niño que estaba desconectado de la situación, puede volverse a su compañero y decirle: “¿me dejas la goma?”, en ningún momento tuvo en cuenta las consecuencias y mucho menos lo hizo para desafiar al profesor como sería el caso de los niños con trastornos de conducta.
· ¿Puede existir déficit de atención sin hiperactividad?
Si el niño cumple al menos 6 síntomas de desatención de los citados anteriormente, pero ninguno de hiperactividad/impulsividad, estaríamos ante un caso de TDAH con predominio de déficit de atención.
· Mi hijo es impulsivo y desatento, ¿tendrá TDAH?
En absoluto. La gran mayoría de los niños se muestran inquietos, impulsivos y les cuesta prestar atención. Nos plantearíamos hacer un estudio sobre el caso si estos síntomas, la falta de atención, el exceso de
movimientos y la impulsividad se dieran con una intensidad muy superior a la esperada para su edad.
· ¿Por qué antes no habían niños con TDAH? ¿Será una moda?
Siempre han existido niños y niñas con TDAH, pero antes el trastorno no se conocía como tal. Se les llamaba malcriados, torpes, malos, vagos, insoportables, etc.
El TDAH es un problema que nos interesa a todos, puesto que su alta incidencia hace que un profesor tenga que ver con un niño así en cada curso escolar.
· ¿Cuál es el pronóstico de estos niños?
El pronóstico del niño con TDAH va a depender principalmente de la acción moderadora que el ambiente pueda tener sobre su desatención, hiperactividad e impulsividad. Como en casi todo el caso el “buen pronóstico” dependerá del trabajo que se haga con el niño y con esto nos referimos entre otras cosas a la edad en la que se empiece a trabajar con él, la constancia, etc.
· ¿Tiene cura el TDAH?
El déficit de atención con hiperactividad es un trastorno crónico que no desaparece a lo largo de la vida. Parte de los síntomas mejoran con la madurez aunque en la mayoría de los casos algunos de ellos permanecen hasta la edad adulta. Aquí es donde volvemos a señalar la importancia que tiene el hecho de no “dejar pasar el tiempo”, como muchos padres dicen, o el famoso “ya cambiará”, NO, hay que valorar al niño porque de ello dependerá su desarrollo posterior. Como apuntábamos, los síntomas persisten en la edad adulta pero muchas personas consiguen conocerse lo suficiente como para compensar sus déficits y apoyarse en otras de sus cualidades para conseguir una total adaptación. Por ello, y sin ánimo de repetirnos, ¡hay que trabajar con el pequeño!